Teletrabajo en Enaire. ¿por qué dejarlo?

Hemos vivido y seguimos viviendo una situación excepcional. Ante esta tremenda pandemia, es evidente que las relaciones laborales han sufrido una profunda reestructuración.

La emergencia sanitaria nos ha obligado a adaptarnos y, en algunos casos, a cambiar modos de relación laboral, acelerando la implantación de una modalidad de organización del trabajo a la que la empresa no le había prestado la suficiente atención: el teletrabajo.


Por más que se hubiera preguntado por ello desde hace tiempo en los ámbitos de los Comités de Empresa, la realidad es que el teletrabajo en Enaire tenía una implantación muy escasa, por decir algo. Sin embargo, en apenas unos meses hemos pasado a convertirlo en una práctica generalizada en la estructura misma de la empresa (y lo que vendrá).


Durante estos casi tres meses nos hemos malacostumbrado a situaciones que no por sobrevenidas pierden un ápice de gravedad: correos electrónicos que pueden enviarse o entrar a cualquier hora, llamadas de teléfono fuera de nuestro horario de trabajo, jornadas laborales extenuantes, horas extras no reconocidas, videollamadas con equipos propios que no están preparados para soportarlas – por estar obsoletos o por una mala conexión a (nuestra) internet –, trabajar en el salón o en cualquier cuarto sin cumplir las normas de seguridad y salud adecuadas o llevar a cabo estas tareas cuando alrededor hay menores demandando atención.


Por tanto, si el teletrabajo ha venido para quedarse no puede ser de cualquier manera. Ante la excepcionalidad de la situación provocada por el COVID-19, tanto los ATSEP como todo el personal de Enaire han respondido con una gran responsabilidad y demostrado una enorme flexibilidad y capacidad de adaptación. Si como todo apunta el teletrabajo se va a convertir en un compañero habitual, se hace necesario un marco nuevo de regulación de dicha actividad que habrá de negociarse e incorporarse al Convenio Colectivo, creándose una Comisión dedicada al seguimiento e implantación del mismo, con la participación de la representación sindical de los trabajadores que garantice, por un lado, el correcto funcionamiento del modelo y, por otro, evite y corrija posibles abusos.

Por todo ello, les proponemos:

  • Aprovechar la oportunidad que brinda la crisis del COVID-19 que nos ha obligado a asumir el teletrabajo como forma de trabajo normalizada.
  • Maximizar el beneficio y seguir sacando provecho de las soluciones (organizativas, tecnológicas…) que se han tenido que implementar al respecto (herramienta TEAMS para reuniones periódicas incluso intercentros) teniendo en cuenta los numerosos beneficios
    colaterales.
  • Remarcar la atención que se ha puesto en la conciliación familiar y laboral y su aparición en múltiples ocasiones tanto en los comunicados de Enaire como en los del Gobierno.
  • Utilizar la tecnología existente para poder implementar un tipo de jornada laboral donde se mezcle el trabajo presencial y de presencia en función de las necesidades.
  • Realizar la sustitución de los equipos informáticos fijos por portátiles, como se está promoviendo acertadamente en parte de la organización.
  • Realizar programas específicos para cada tipo de ATSEP o ingenieros.

Por parte de FSAI, nos comprometemos a:

  • Mostrar nuestro conocimiento por la profesión y preocupación por la mejora de las condiciones laborales sin la merma de la seguridad en la operativa.
  • Justificar de forma racional y jurídicamente (como por la conciliación, pero también en cuestiones de productividad) como realizar una jornada normal mixta entre tiempo de presencia y presencial para técnicos e ingenieros. Compartiendo nuestros informes, si así se requiere.
  • Buscar aspectos positivos y negativos de la medida para cada una de las partes interesadas.
  • Difundir que se ha realizado con resultado suficientemente satisfactorio y que la tecnología lo permite hoy día.
  • Remarcar los conocimientos a nivel de ciberseguridad son adquiridos por los ATSEP e ingenieros y tienen que desarrollar por la nueva legislación.
  • Poner un límite al teletrabajo asegurando la desconexión digital y la disponibilidad dentro de un horario pactado respetando las leyes que regulan el tiempo de presencia.

¿Debería crearse un nuevo complemento de “Teletrabajo”?

Múltiples ventajas:

  • Esta reorganización de los horarios de entrada y salida de las dependencias, evita así aglomeraciones y horas punta.
  • Enaire consigue ahorrar de alguna forma: Agua, luz, internet, calefacción/aire acondicionado.
  • Hay un menor número de desplazamientos: la eficiencia no se mide por el número de horas en el trabajo sino por la calidad del trabajo y la consecución de objetivos marcados.
  • Reducción de emisiones de efecto invernadero al contribuir a la reducción de dichos desplazamientos (esto es importante, Enaire está comprometida con los ODS)
  • Sobretodo ha sido útil en el momento inicial, pero también en el caso de posibles repuntes: menor riesgo de contagios al reducirse la exposición de los trabajadores, especialmente en el transporte público de las ciudades más afectadas.
  • Promete bastante en lo que se refiere a mejora de calidad de vida, con esta opción sólo podemos ganar y tendremos una plantilla motivada y con buena disposición.
  • Favorece enormemente la conciliación de la vida laboral con la personal.

Por todo ello, Enaire debe por fin dar un salto en modernización tecnológica en lo referente al trabajo ofimático del día a día, que creo nos beneficia a todos. Aprovechar que estamos en el siglo XXI, mejorando la eficiencia y dando ejemplo a otras empresas tanto públicas como privadas. Es nuestra oportunidad, ¿vamos a dejarla pasar?


Iván Cuenca Palanques
SECRETARIO GENERAL FSAI

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